por Gabriela Binello
Pranayama es esa “parte” del yoga que media entre la práctica de asanas y todos los otros pasos más sutiles que nos llevan a la meditación. No es casual que, a nivel individual, la herramienta más concreta que tenemos para llevar conciencia a diferentes partes de nuestro sistema humano sea la respiración. Al trabajar conscientemente con nuestra respiración estamos accediendo a una parte nuestra que es más sutil que “el cuerpo físico” pero, a la vez, no tan sutil como la mente que aflora cuando meditamos. Y es justamente por el nivel de sutileza y profundidad que tiene esa mente que medita que no podemos acceder a ella con la simple sentencia de “quiero meditar” y ya.
Entonces, trabajar con nuestra respiración, aparte de liberar los canales por donde circula el prana, nos conduce a los niveles más sutiles y profundos de nuestra mente.
Y, ¿qué encontramos allí? Los Yoga Sutras hablan de que nuestra mente más profunda VE. Esto es: ve claramente. Percibe sin confusión, sin error. Hay un tipo de mente a nivel muy profundo y sutil que puede ver y comprender las cosas TAL CUAL SON. Lo maravilloso de esto es que TODOS contamos con esa mente. La otra cara de esa verdad, según los Yoga Sutras, es que la mayoría de los mortales no accedemos a esa mente sólo con proponérnoslo. Porque, si hay algo que también compartimos de manera muy democrática son “las nubes” o aquellos obstáculos y velos que van nublando nuestra percepción.
Pranayama es el estadio del yoga que propone LIMPIAR, REMOVER los bloqueos, las nubes, los obstáculos que existen en nuestro sistema sutil (el sistema del PRANA).
Cuando esto sucede y el prana (la esencia de nuestro sistema más sutil) sigue su naturaleza (que es justamente fluir y no quedarse estancado) vamos accediendo a nuestra mente más profunda. Que no es otra que esa Conciencia que VE. Hasta llegar a ese nivel de conciencia pleno, el camino del pranayama no hace otra cosa que ayudarme a llevar “pequeñas conciencias” a los diferentes lugares de mi cuerpo y mi sistema humano (esto es una metáfora; intento diferenciar las etapas del proceso cuando hago pranayama, comparando con esa CONCIENCIA que VE sin nubes).
Los Yoga Sutras también mencionan cómo deben ser los ejercicios de pranayama (dan cuenta de componentes; parámetros de tiempo, foco, número de etapas, etc. y efectos o resultado de los mismos) y también mencionan que cuando sostengo las prácticas de pranayama, así como cuando avanzo en ellas, accedo a un estado de meditación. Allí donde mi mente profunda y calma no queda “pegada” a objetos internos y/o externos (proyecciones, identificaciones, imaginación, memoria, deseos, miedo, aversión, etc.) y sobreviene una luz tan clara e intensa que me permite VER las cosas como SON.
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